Siempre en época de huracanes, me parece muy gracioso la idea que el hombre piensa que puede controlar la naturaleza y la vida a su antojo pero cuando se presentan esos fenómenos, caemos en la cuenta de que la naturaleza siempre es la que va a dominar sobre cualquier actividad que el ser humano pueda realizar.
Y creo que la tala de árboles no moderada, la sobre explotación de bancos pesqueros, los graves incendios forestales, y la destrucción de manglares son una de las tantas acciones que dañan nuestro entorno y nuestro bienestar. Por lo que la Madre Naturaleza debe de reaccionar ante estos hechos que la afectan cada vez en mayor grado y sus efectos se pueden sentir con más fuerza.
Ante este tipo de consecuencias, se han empezado a tomar medidas en diferentes regiones del planeta que son drásticas para unos (como aquellos que no podemos salir ni a la tienda sin subirse a un carro), o necesarias para otros (como los grupos ambientalistas que protestaron cerca de Heathrow, Inglaterra). Y es que un claro ejemplo de estas medidas pueden verse en la Encuesta Verde, realizada por el Gobierno del Distrito Federal, donde se tocó temas como la arbolización en zonas urbanas, o la obligatoriedad del servicio de transporte escolar en instituciones educativas privadas, o la temidísima restricción del uso del vehículo particular un sábado por mes.
Pero no solamente en nuestro país están preocupados por minimizar los daños ambientales que estamos provocando, ya que otras naciones como Japón, Alemania, Brasil, Canadá, entre otros tantos, han levantado la mano para ponerse a favor de tomar cartas en el asunto y encontrar una solución a este gigantesco problema. Recientemente se quiso tratar este asunto en la última reunión de los ocho países más poderosos del mundo, y Angela Dorothea Merkel (presidenta de Alemania) estuvo a la cabeza en el intento de negociaciones que Europa quería tener con Estados Unidos para la reducción de agentes contaminantes. La respuesta ya se sabe. Un claro y predecible rechazo por parte de George W. Bush hacia una propuesta nada despreciable y un poco más viable.
Es todo esto lo que rodea a un huracán, y es por eso que debemos de analizar y concientizarnos a fondo en éste nuestro propio problema, y debemos de saber que para poder resolverlo será necesario hacer o dejar de hacer algunas cosas que no nos guste, ya sea por incomodidad, dificultad o aumento de esfuerzo físico para llevar acabo nuestras actividades diarias. Creo firmemente en que dejar de usar el automóvil un día al mes no podría ser tan malo como parece, o cargar una botella vacía de refresco hasta encontrar un bote de basura no podría cansarnos demasiado, o modificar nuestros hábitos de consumo no sería tan difícil. Todo esto con tal que nuestros predecesores disfruten todo aquello que nosotros gozamos en la actualidad y no tengan que pagar demasiado caro como para recordar nuestra incompetencia en este problema.
Yo se que el gobierno tiene mucho que ver en esto, pero hay una verdad que no nos gusta oír: "Gran parte de este problema es culpa tuya, mía, y de todos"