20 de abril de 2008

Fin de la escuela, principio de todo

Despertar en un sábado por la mañana para ir a la escuela, presentar un examen, desayunar en los puestos de comida afuera de la universidad y acompañar a los amigos al Centro Histórico para posteriormente asistir a una fiesta por la noche. Esto podría ser un día cualquiera en mis 19 años de vida estudiantil, de no ser porque en este 19 de abril del año 2008 que hice todas las cosas antes descritas terminé la licenciatura en economía.

Años y años de esfuerzo, son los que una persona común y corriente como yo debe de invertir para poder tener un título profesional que le permita insertarse en el feroz mundo laboral, donde la presentación de este documento que avala la preparación académica para ocupar tal o cual puesto, no es suficiente para asegurar el éxito profesional y personal.

Con el recorrer de la vida, y gracias (irónicamente) a que trunqué mis estudios, me convence cada vez más la idea anterior. Después de todo, la escuela es solamente un lugar de ensayos y errores sin que detrás de tí este el peso del jefe que te esté exigiendo lo mejor de tí, ni la responsabilidad de mantener sin retraso alguno los procesos productivos al que estas ligado, ni tampoco la presión de los que están detrás de tí deseando tener tu puesto y esforzandose más y más para conseguirlo.

Cuando miro hacia atrás, me doy cuenta de que nunca me arrepentiré de elegir esta carrera. Economía es un concepto que lo podemos encontrar en todos lados, desde el momento en que uno compra un chicle en la tiendita de la esquina hasta las inversiones multimillonarias que esta realizando en este instante un magnate empresarial, es decir, no existe discriminación puesto que todos y todo tiene algo de economía. Por otro lado, la gente me dice muy a menudo que es una carrera muy difícil, en la cual usan muchas matemáticas, política y lógica, por lo que yo siempre respondo que economía se oye complicada debido a que es muy importante la materia en la vida de las personas y sin embargo no es de su interés. En economía todo mundo opina y critíca pero casi nadie conoce y menos aún, propone.

Me llena de orgullo haber conseguido una de las tantas metas propuestas por todo ser humano, concluir sus estudios universitarios. Me llena de dicha rodearme de amigos y familiares que apoyaron mi proyecto y que me acompañaron a lo largo del camino. Me lleno de gratitud de tener un hermano que jugó un papel clave en el reingreso a la universidad después de haber detenido mis estudios. Me lleno de gracia de tener unos padres que impulsaron y alentaron a sus hijos para convetirse en profesionistas y darnos los valores para alcanzarlo. Pero encima de todo ello, doy gracias a Dios de permitirme vivir este éxito académico y darme la sabiduría para tener los conocimientos que poseo.

Cuando escalas una montaña y consigues la cima, te das cuenta que hay muchas más altas por alcanzar.