3 de junio de 2008

Pedir sin saber pedir


Cada vez que una familia sale de compras, es común ver a los niños que anden preguntando a sus padres si pueden comprar algo sin saber con antelación que es eso que quieren comprar, por lo que la ignorancia e indiferencia de los padres los lleva a una respuesta de "dale línea de crédito" a todo lo que se quiera llevar mijo. Y es precisamente en estas costumbres y esta maldita forma de vida en que nos hemos encajonado.

Recientemente la necesidad de sobrevivir por y con mi esfuerzo, me ha llevado a la incesante búsqueda de trabajo por medios impresos y electrónicos. Este trabajo que realizo casi a diario de buscadordetrabajo me topa con solicitudes de empleo de muchas empresas que rayan en lo absurdo y la ironía. Licenciados que tendrán a su cargo funciones de ingeniería, o ingenieros que tratarán de lidiar con administración, un poco de contabilidad y una pizca de finanzas. Secretarias que trabajen de sol a sol para recibir un mísero sueldo más todas las infames y lamentables prestaciones de ley. Asistentes de directores que sepan contabilidad básica, movimientos bancarios y nóminas, manejo de personal, con disponibilidad de viajar y de tiempo, entre algunas otras monerías como: "si es hombre, que maneje autos de lujo" y "si es mujer, que envié su CV con fotografía anexada de cuerpo completo y que tenga muuuuuy buena presentación"

También podemos encontrar trabajos para actuarios que pasaron toda su carrera por aflexiones, sufrimientos y desvelos con las matemáticas, los cuales serán recompensados por sueldos menores a una recepcionista bilingüe de Bosques de las Lomas. Gerencias y direcciones para jovenes de 25 a 27 años, ah pero eso sí, con carrera terminada, inglés al 100% (quién sabe español en ese nivel?) , y con cinco años mínimo en puestos similares (así es, hagan sus cuentas), citando que de no cumplir con cualquier requisito antes mencionado mejor no gastar su tiempo en enviar el curriculum.

Por otro lado están las empresas que solicitan a los candidatos que lleguen a sus entrevistas con muy buena presencia, sin tener el cuidado de escribir alguna dirección o teléfono de contacto, y para rematarla, se identifican en el anuncio como una compañía que se reserva su nombre oficial y se oculta tras el título de "ofertas confidenciales". Incluso se puede cruzar con algunas que se dedican a la educación e impartición de cursos que solicitan personas proactivas, con iniciativa y sobre todo con inovación con una sola N.

Sabrá Dios cuántos andan por ahí pidiendo aquello que no saben con certeza lo que quieren y cuántos son los que ofrecen sus servicios a ese patrón ignorante y sin sentido. Situaciones y cosas que provocan rabia e indignación, pero sin duda alguna, lo que más le exalta a este gallo, es que confundan a los economistas con contadores (sin ánimos de ofender a alguien)

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