14 de junio de 2009

Los cuadernos de la vida

Hace 10 años Dios y la Vida me enseñaron uno de los grandes valores del hombre, y se lista a detalle:

  • Aprender de ellos
  • Enseñarle a ellos
  • Convivir y ser cómplice con ellos
  • Romper las reglas de la sociedad y burlarse de ésta en compañía de ellos
  • Compartir castigo de la autoridad con ellos
  • Añorar el amor con ellos
  • Idear con ellos mundos perfectos y libres de injusticias
  • Beber y emborracharse con ellos
  • Fumar del mismo cigarrillo
  • Dormir junto a ellos
  • Consolar sus penas
  • Llorar con ellos
  • Recibir el perdón más sincero y puro de ellos
  • Apoyar y recibir soporte económico
  • Practicar el ocio con ellos hasta el cansancio
  • Pelearse con ellos y recibir (o dar) insultos, golpes y reproches
  • Enamorarse de ellos
  • Conocer a sus familias y sentir pertenencia en su hogar
  • Preocuparse de sus vidas
  • Incluirlos en mis oraciones
  • Desayunar, comer y cenar con ellos
  • Jugar con ellos
  • Reir, reir y reir hasta que el estómago te duela y no poder parar
  • Burlarse de sus pendejadas y que ellos lo hagan de las tuyas
  • Abrazarlos
  • Saber de memoria sus facciones físicas
  • Asistir a sus graduaciones
  • Ayudarlos o ser ayudado para pasar un exámen
  • Cargar a sus hijos y poder dárles un beso
  • Felicitarlos por ser papas
  • Cenar con ellos en Navidad
  • Dar el Grito junto con ellos
  • Ponerles apodos y que te lo pongan
  • Viajar y conocer nuevos lugares con ellos
  • Trabajar con ellos
  • Añorar su compañía
  • Decir adios y no querer irse
  • Vivir junto a ellos

Es un listado interminable que no puede parar y donde seguirá añadiéndose más acciones. Aún así, no es suficiente para describir el valor de la amistad.

Alguna vez escuché que el amor de un amigo es el más puro y libre que puede existir porque es el más desinteresado.

Siete letras fáciles de pronunciar y difíciles de entender, no?

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